junio 29, 2020

Feliz año a todos!!!!

Por Consultorio de Psicoterapia

Rompe el Hábito de Tomar Malas Decisiones

¿Con qué frecuencia nos involucramos en comportamientos que no son saludables para nosotros, aunque sabemos que lo son? ¿Por qué bebemos demasiado cuando convivimos socialmente? ¿Comemos alimentos que son malos para nosotros, aunque sabemos que no deberíamos  de hacerlo? ¿Participamos en encuentros fugaces, encuentros sexuales que nos dejan una sensación de vacío a la mañana siguiente?

 [Inserta tu propio patrón de comportamiento aquí].

Por supuesto que  para algunas personas, no ven este tipo de conductas como un  problema por sí mismos. Y a esas personas les digo  ¡A disfrutar!

Para muchos, sin embargo, algunas de sus conductas poco saludables en las  que participan son egodistónicas, es decir, no están en concordancia con sus valores o su propia imagen. Estos sentimientos generan comportamientos de culpa, vergüenza o ira. Y, sin embargo, extrañamente, a pesar de la emoción negativa asociada, siguen participando en ellas una y otra vez.

Somos seres muy complejos, y hay capas a las que tenemos que llegar e ir a la  raíz de por qué nos involucramos y tenemos comportamientos  egodistónicos. Aquí hay un elemento que a menudo se trata de explorar en la práctica clínica cuando se trabaja con clientes que luchan en este campo. Bob Dylan cantó una vez, «Puede ser el diablo o puede ser el Señor, pero vas a tener que servir a alguien». La investigación indica que los seres humanos tienen una gran necesidad de autonomía (libertad para elegir la dirección de su vida), la afiliación (conexión real), y de injerencia (de manera significativa afectar el medio ambiente / contexto). Cuando a falta de conexiones significativas con los demás, nos sentimos atrapados o despojado de la libertad para vivir de forma independiente, cuando no estamos participando en actividades productivas, no estamos orientados a objetivos o conductas que puedan tener algún impacto en el mundo que nos rodea, puede haber una profunda sensación de vacío, inutilidad, o de deficiencia. Ahí es donde entra en juego el señor Dylan

A menudo, ni siquiera somos conscientes de nuestras más profundas necesidades aunque toman sentido  cuando están insatisfechas siendo una poderosa motivación para la acción. Actuamos para llenar esas sensaciones de carencia. Puede ser el diablo o puede ser el Señor. A menudo, la ayuda no saludable implica comportamientos que son más accesibles para aplacar esos sentimientos de carencia y requieren por supuesto de menos esfuerzo, proporcionando una solución poderosa, rápida en comparación con el significativo esfuerzo y compromiso serio para desarrollar nuevos modelos de comportamientos saludables y relaciones significativas.

Moraleja de la historia: Si uno se encuentra atrapado en un patrón de conductas egodistónicas que nos dejan sentimientos de culpa, vergüenza, pesar o enojo, se puede intentar la siguiente fórmula. En primer lugar, no empeorar las cosas  y ser presa de la solución “curita”. Aceptar, además, que el buscar “curitas” también es de humanos. En segundo lugar,  examinar si nos sentimos insatisfechos en términos de autonomía o de pertenencia a un grupo. Por último, pensar más sobre nuestro comportamiento egosintónico y buscar otras formas de satisfacer nuestras  necesidades innatas, así como tener comportamientos que mejoren nuestro sentido del yo para alcanzar nuestros ideales y los valores que elegimos para que nos dejen con un sentimiento de orgullo y amor propio a la mañana siguiente.