El Estigma de Acudir a Terapia
Las percepciones de la psicoterapia han mejorado considerablemente. Sin embargo, una encuesta de 2004 por la American Psychological Association informó que el 30% de los estadounidenses se preocupan por averiguar si los demás acuden a terapia y un 20% no buscaría la terapia necesaria debido al estigma que tienen. A menudo, las decisiones de mantener en secreto la terapia o, peor aún, evitar buscar ayuda profesional, puede llevar a emociones negativas no saludables que interfieren con la vida cotidiana. Además, estas emociones son casi siempre impulsadas en parte por las creencias irracionales sobre lo que «la terapia», significa. ¿Cuáles son algunas de las creencias que hacen que la gente se sienta tan mal y cómo podemos modificarlas para que se sientan mejor y tomen decisiones más saludables?
La gente a menudo suele pensar acerca de la terapia, «Necesitar terapia significa que algo está mal en mí y ¡No debería ser! ¡Sería horrible y eso significaría que estoy loco!» La gente se aferra a estas creencias pero ¿Son racionales? Vamos a suponer que existe algo «malo» en usted, ¿Dónde está la evidencia de que no debería tener imperfecciones? Como seres humanos, todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles – todos somos falibles e imperfectos. Si este fuera el caso, ¿Es realmente horrible que sea imperfecto? Además, ¿Por qué si se es imperfecto sería una persona loca? ¿No sería más bien una simple suma de sus defectos? ¿Le diría a un amigo que está loco porque tiene imperfecciones? Mejor piense, «Preferiría que no hubiera nada malo en mí, pero todo el mundo es imperfecto, esto no quiere decir que esté loco, sólo que requiero de un poco de ayuda para hacer frente a mis defectos. Es lamentable, pero ciertamente no es horrible”. «Pensamientos como estos llevan a sentimientos negativos sanos de tristeza pero no de vergüenza, sentimientos negativos sanos de tristeza pero no de depresión.
Por otra parte, las personas en tratamiento pueden sentirse avergonzadas o apenadas derivado de pensamientos como, «Si la gente se entera que estoy en terapia, podría pensar que estoy loco o soy débil, o soy demasiado dramático. ¡No deberían pensarlo porque sería horrible si lo hacen! ¡No podré soportarlo!»Estos pensamientos no parecen desafortunadamente racionales. Vamos a asumir que la gente piensa que estamos locos, somos débiles o somos reyes del drama, ¿Sería realmente tan horrible? El hecho de que lo piensen, no significa que sea cierto, y ciertamente no lo hace horrible. ¿Dejaría de existir si la gente pensara estas cosas negativas de usted? Sin duda, la gente ha dicho cosas malas sobre usted antes y ha sobrevivido y lo ha tolerado. Mejor piense, “Preferiría que la gente no pensara tales cosas negativas sobre mí, pero sólo porque quiero que no piensen esas cosas, no significa que tengan que hacerlo. Es una lástima, pero no horrible. Puede ser difícil hacer frente a sus opiniones, pero puedo lidiar con eso. «
La decisión de ir a terapia no siempre es fácil pero si usted está luchando para funcionar en su vida cotidiana o está experimentando sentimientos malsanos, la terapia puede ser una herramienta valiosa para ayudarle a afrontar su situación actual y sentirse mejor. No deje que sus creencias irracionales sobre la terapia le impidan buscar ayuda o se sienta mal por necesitar ayuda.
«La diferencia entre una persona normal y una persona estigmatizada es sólo cuestión de perspectivas, no de la realidad.»- Erving Goffman